‘La entidad feminista, especializada en violencia de género digital, pide un registro específico y oficial para medir mejor el alcance del problema
Propone aumentar los recursos de atención especializada para reparar el daño en la salud integral de las víctimas, cada vez más jóvenes’

25 de noviembre 2024

La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las violaciones más graves de los derechos humanos a nivel global. A pesar de los avances en legislación y conciencia social, millones de mujeres y niñas continúan siendo víctimas de violencia física, psicológica, sexual y económica, muchas veces dentro de sus propios hogares, en el lugar de trabajo, y cada vez más, también en el ámbito digital, donde se perpetúa a través del acoso en redes sociales, la difusión no consensuada de imágenes íntimas y otras formas de abuso en línea. Un fenómeno que demanda una respuesta urgente y adecuada por parte de poderes públicos y plataformas digitales. La legislación debe adaptarse a las nuevas realidades virtuales para garantizar la protección de mujeres, adolescentes y niñas en todos los espacios en los que se desarrollan sus vidas’.

Con esta contundencia, la asociación feminista especializada en ciberviolencias Opciónate insta a actualizar la normativa vigente, recordando que ya en 2022, en su propuesta de Directiva sobre la Lucha contra la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica, la propia UE señalaba que la regulación es muy fragmentaria y que ‘se han detectado importantes lagunas jurídicas tanto a nivel de la UE como de los Estados miembros’. Y que hace apenas unos días, este mismo mes, con 170 votos a favor, 13 abstenciones y el voto en contra de Argentina, la ONU aprobó la resolución ‘Intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital’, que condena las ciberviolencias machistas. El documento tiene carácter obligatorio e insta a los estados a tomar medidas que eviten este tipo de agresiones.

Además, la entidad considera imposible dar a las víctimas la atención que requieren si no se dispone de investigación y datos actuales que permitan afrontar el fenómeno en toda su magnitud. Por ello, reitera su propuesta de creación de un registro oficial y específico de este tipo de agresiones para medir con más exactitud el alcance del problema, así como su impacto en la salud de quienes lo sufren, cuyo número es creciente y cada vez más temprana su edad. En este sentido, las ciberviolencias machistas deben incorporarse a otros registros oficiales como dato específico para estadísticas e investigaciones con las que averiguar qué factores impulsan la violencia y los perfiles de los agresores.

Asimismo, Opciónate aboga por mantener los servicios de prevención, sensibilización y atención existentes, creando además en cada comunidad autónoma los recursos necesarios para atender, acompañar y reparar el daño que estas agresiones generan en la salud integral y la vida de niñas, adolescentes y mujeres.

Implicación personal y compromiso, clave para el fin de la violencia

En su Declaración Institucional con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, Opciónate subraya que erradicar violencias y ciberviolencias machistas sería posible si toda persona se implicara activamente, comprometiéndose ‘de manera firme y decidida en una tarea en la que no podemos ser espectadores y mirar con pasividad’. Opciónate hace un llamamiento ‘a la solidaridad y a la conciencia colectiva, pues tenemos un papel que jugar en la creación de una sociedad en la que todas las mujeres vivan libres de violencia. La educación, la sensibilización y la promoción de la igualdad de género son fundamentales para transformar las actitudes y los comportamientos sociales que perpetúan la violencia machista. En última instancia, esta es una lucha por la dignidad, la libertad y los derechos humanos de todas las mujeres. Una transformación social en la que la implicación de los hombres es clave’, continúa el Manifiesto.

El Estado, las instituciones, la sociedad civil y cada una/o de nosotros/as debemos actuar de manera conjunta para proteger a las víctimas, sancionar a los agresores y prevenir futuros actos de violencia. En este sentido, instamos a fortalecer las políticas públicas de prevención, protección y asistencia integral a las víctimas, con un enfoque inclusivo y transversal, que contemple la intersección de la violencia de género con otras formas de discriminación, como la que sufren, en mayor medida, las mujeres migrantes, las mujeres indígenas, las mujeres con discapacidad y las que forman parte de la comunidad LGBTIQ+’, señala.

Esta es una fecha crucial para recordar que la lucha por la igualdad, la justicia y la dignidad de las mujeres no tiene descanso. Una jornada que invita a reflexionar sobre la magnitud del problema, que hunde sus raíces en la desigualdad estructural de género que persiste en nuestras sociedades, alimentada por estereotipos, discriminación y la normalización de comportamientos violentos. Hoy nos unimos en un grito colectivo que exige el fin de la violencia de género, el respeto a los derechos humanos y la construcción de un mundo más justo y equitativo. Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la erradicación de la violencia machista, en todas sus formas, y con la construcción de una sociedad en la que las mujeres puedan vivir con plena libertad y seguridad’, concluye el texto.

Reflexión de las familias

Opciónate invita a reflexionar especialmente a padres y madres, que tantas veces ponen en manos de sus menores una herramienta que puede ser un arma de destrucción masiva, sin cuestionarse lo que un/a niño/a puede hacer o recibir a través de su móvil con conexión a internet. En este sentido, desde la entidad Y se les invita a visitar los materiales para familias disponibles en el apartado Recursos del Servicio Insular de Prevención y Atención a las Ciberviolencias Machistas (SIPACM): https://serviciociberviolenciamachista.opcionate.com/recursos/.

Y se recuerdan algunas claves para estar y actuar en el ciberespacio de forma segura y saludable; también para prevenir y abordar adecuadamente las ciberviolencias.

  • Fomentar la educación en ética digital, ciberseguridad, autodefensa online, coeducación y autoconciencia de nuestra participación en el ámbito digital entre las familias, el profesorado, profesionales clave y la infancia y juventud.

  • Bloquear y denunciar todos los contenidos online, incluyendo los videojuegos, que promuevan delitos de odio y discriminaciones contra las mujeres y las niñas, así como mostrar a la infancia y adolescencia contenidos que promuevan valores y comportamientos positivos.

  • Dar a conocer los graves impactos psicoemocionales, corporales y sociales que tienen las ciberviolencias machistas a través de datos y testimonios para mostrar que detrás de una pantalla, un like o un insulto hay seres humanos con sentimientos.

  • Garantizar la educación sexual y afectiva en la infancia poniendo especial énfasis en la socialización de género y la masculinidad tóxica para desarticular los nuevos discursos antifeministas que se están promoviendo en la manosfera.

  • Incorporar los tipos de violencia de género online (ciberviolencias machistas) en el análisis, investigaciones, así como la elaboración de planes, protocolos y legislaciones específicas y difundir datos actualizados que permitan definir actuaciones clave.

  • Lograr un enfoque de acompañamiento y cercanía hacia la infancia y juventud, que favorezca la confianza y la escucha para la detección y adecuado abordaje de los casos en el ámbito familiar, educacional y de profesionales que trabajan con menores.

  • Crear redes y alianzas entre profesionales, así como grupos de apoyo.

  • Desnormalizar las ciberviolencias machistas visibilizándolas.

  • Aumentar el rechazo colectivo y acabar con la impunidad apoyando públicamente a las mujeres, adolescentes y niñas afectadas.

  • Contar con servicios especializados de prevención, atención y acompañamiento.